OPCA # 2

Reconoce tu memoria ancestral: Comunidad Muysca de Xhua Ch

Liliana Vargas Cera
lilaxue@hotmail.com
Socióloga de la Universidad Santo Tomás, Consejera Territorial de Planeación Municipal de Suacha. Miembro de la comunidad muysca de Suacha

Una de las principales falencias que aquejan nuestra comunidad, es la falta de identidad, ya que en la actualidad habitamos una nebulosa Colombia, donde cada día se hace más difícil saber quiénes somos, cuáles son nuestros orígenes y el respeto y el amor por lo propio han quedado en el olvido

Visita a cantera de Agregados el Vínculo. Abril 10 de 2007

La protección, sensibilización y visibilización del patrimonio arqueológico, ha sido una labor marginal, pues sólo en la medida en que algunas personas se abran a la posibilidad de conocer y reconocer espacios que hablan del pasado prehispánico, es posible iniciar el proceso de “recordar”1 la memoria inherente a estos lugares. Por esta razón, para la Comunidad Muysca de Suacha es importante contar y participar de un espacio institucional y académico de discusión, difusión y respaldo a la labor que ya por varios años tratamos de mantener; el OPCA, era necesario desde hace tiempo, pero nunca es tarde en la continuidad y comunión de intereses con respecto a este tema, por tanto, tener la oportunidad de compartir nuestra experiencia, así como aprender de otras, hace más valioso el camino que hemos decidido seguir: guardianes (furas o tibas2) de territorios sagrados muyscas.

Suacha3 (Cundinamarca) por su contexto socioeconómico, es reconocido como un municipio donde un porcentaje importante de sus habitantes sobrevive en condiciones de pobreza o miseria4, resultado de la creciente y constante migración que recibe el municipio sin contar con la infraestructura física, ni económica necesaria para cubrir las necesidades básicas para el ser humano; esta situación ha llevado a la administración municipal a priorizar, indiscutiblemente, la atención de población que sobrevive en condiciones cuestionables. A un segundo plano, y tal vez con reducidas posibilidades de intervención por parte las instituciones públicas, entidades privadas y ONG, pasan el acceso y protección de los derechos de segunda y tercera generación, negando de antemano la necesidad humana de conocer y reconocerse en la historia, además de formar parte activa de un entorno natural saludable.

Visita a cantera de Agregados el Vínculo. Abril 10 de 2007.

Con este panorama, es evidente que no existe una conciencia clara sobre la importancia del medio natural y de la herencia material e inmaterial que nuestros ancestros muyscas han dejado en el territorio, por tanto, el primer paso para intervenir esta situación, es iniciar el reconocimiento o “recordar” nuestra historia y cultura indígena, entendiendo que desde esta perspectiva se maneja un claro concepto e indiscutible sobre la unidad del ser humano con la madre tierra.

Esperando intervenir esta situación, desde hace más de 6 años, se inicia un proceso de sensibilización, protección y reivindicación del patrimonio arqueológico presente en el municipio, en principio desde una perspectiva antropológica y académica, ahora enriquecida con la visión de sabedores muyscas que mostraron cómo los lugares tienen un significado que va más allá de las palabras y de la historia que hasta ahora ha sido escrita y contada por los colonizadores, y más adelante por los mestizos.

Este colectivo de habitantes de la comuna 5 del municipio, inicia un proceso de visibilización y protección del territorio como patrimonio cultural y ambiental, expresado en asentamientos arqueológicos, vestigios rupestres prehispánicos y santuarios naturales de la zona. Con esta perspectiva se inicia un proceso de visibilización, sensibilización y protección del patrimonio arqueológico, primer paso para la conservación y apropiación por parte de los habitantes del municipio.

Esta finalidad de reivindicar, proteger y promover el patrimonio cultural y ambiental, generando sentido de pertenencia y apropiación de estos lugares, planteó la necesidad de diseñar y poner en marcha ejercicios educativos como caminatas eco-arqueológicas, talleres en colegios de Suacha y Bogotá, y exposiciones fotográficas; de igual manera, se emprendieron acciones jurídicas y una participación activa y permanente en la concertación de políticas públicas a nivel de la administración municipal en el tema cultural.

Una de las acciones más relevantes, con la cual se visibilizó aún más tanto el grupo, como el tema del patrimonio en el municipio y en el Instituto Colombiano de Antropología e Historia –ICANH-, fue el hallazgo de un asentamiento prehispánico Muysca en la Hacienda Terreros del barrio San Mateo, en noviembre de 2004. Este asentamiento arqueológico, se encontraba en un lote donde se estaba iniciando la construcción de un proyecto urbanístico de interés social, situación que en principio fue evadida por las constructoras implicadas al no proceder como lo exige la legislación y pasar por alto el debido levantamiento y rescate de estos vestigios; de esta manera, la destrucción y la “guaquería” fueron la premisa en este lugar sagrado.

En este contexto, la organización inició acciones orientadas a exigir el manejo adecuado de este patrimonio, lo cual se logró apelando a la legislación vigente en este tema y comunicando esta situación a instancias gubernamentales como el Ministerio del Cultura, el ICANH, la Procuraduría General de la Nación, la Personería Municipal, la Secretaría de Planeación y la Dirección de Cultura municipal, medios de comunicación, entre otros. Dado este proceso legal, se dio paso al cumplimiento de las acciones pertinentes a la arqueología de rescate y se sentó un precedente con respecto al manejo de estos casos en el municipio. Cabe resaltar que, en adelante grupos de arqueólogos han intervenido constantemente en las prospecciones a las que necesariamente han recurrido las constructoras, investigaciones que en algunos casos han sido rigurosas, respetando la ética profesional, sin embargo, en otros casos la ética se ha supeditado a los intereses económicos particulares, irrespetando un territorio, un pensamiento y un espíritu ancestral presente en estos vestigios.

En este punto, el grupo ya contaba con un mayor reconocimiento, lo cual abrió el camino a una mirada más profunda de lo que se estaba protegiendo: el conocimiento ancestral Muysca. Al llegar un sabedor e iniciar un proceso de resignificación del territorio y de las diferentes manifestaciones del patrimonio arqueológico, comienza el proceso de conocimiento de la “otra historia”, del reconocimiento de nuestras raíces y del autoreconocimiento como herederos del legado ancestral material, presente en estos vestigios, e inmaterial, representado en la tradición, usos y costumbres que ahora empezamos a recordar.

“Yo me llamo Víctor Martínez (…) vengo del Corregimiento La Chorrera, Amazonas; esta maloca se construyo para la recuperación de los compañeros Muyscas, de su pueblo, de su cultura,(de) lo que ha perdido; (…) cuando yo llegue por primera vez en 1996 yo no veía estas caras y yo me preguntaba, yo quería conversar con los Muyscas, y me decían que los Muyscas ya no existen, entonces yo decía, es imposible de que no vallan a existir, si existen pero ya están de albañiles de ciudad, pero en este momento va apareciendo mucho Muysca. La palabra de vida que yo traigo de las amazonas (es) de nuestros usos y costumbres, de nuestro pueblo nacido de los Huitoto; (…) yo les diría a ustedes, pero como son nueve millones de habitantes aquí en Bogota no se pueden convencer (a todos), sino toca construir esta cultura con los que saben, los quieren, en su territorio, en su familia, en su comunidad. (…) entonces para comenzar, para recuperar la cultura de los pueblos, para gobernar, toca comenzar en su territorio. Entonces, yo les ruego a ustedes si quieren recuperar la cultura hagan su bohío en su territorio y en su familia,(…) el que quiere recuperar su cultura más bien (debe) escuchar y preguntar a sus ancianos, a sus sabedores de su territorio, de su pueblo, de su familia,(…).yo ruego a los que van a estar en el camino miremos allá, construyamos allá, (…) esa semilla que yo traje a sembrar acá en este Bacatá, (es) para que los pueblos vivientes de esta ciudad, de este Bacatá, (…) vuelvan a recordar, para que empiecen a volver a preguntar como manejaban este medio ambiente nuestros ancestros antes de llegar los misioneros, los españoles; ellos (nuestros ancestros) ya vivían, ellos ya sabían cómo gobernar, (…) eso es lo nuestro que se perdió compañeros, estamos escuchando lo que viene de otro lado, (…) hace rato nuestro padre creador nos dio nuestros usos y costumbres”5.

Caminata con IED Tejares. Hacienda Canoas, octubre 2 de 2006

El reconocimiento, reflexión y apropiación del pensamiento y espíritu muysca, han permitido sentar unas bases para la protección del territorio sagrado y de las “ordenanzas” que se encuentran en las piedras, orientando sobre los usos, costumbres y trabajo espiritual propios de cada lugar. Este nuevo contexto sociocultural, es ahora la base del trabajo de visibilización y protección que sobre el patrimonio arqueológico presente en el municipio de Sua Cha se viene desarrollando por parte de la Comunidad Muysca de Sua Cha.

“Éramos olvidados de la mente, ya cuando la palabra (Muysca) se recuerda debe tomarse la tradición de acá y cumplirse lo que se dice acá, y cuidarse el territorio como se cuidaba acá, porque no es de inventar nada sino de recordar, (…) el proceso con ellos se iba comenzar en un direccionamiento hacia la educación tradicional del pueblo Muysca, y hacia el levantamiento del conocimiento ancestral del territorio. Los pueblos están haciendo una labor (tanto) de devolver como de guardar (la palabra), es un doble acto de inteligencia y amor, amor pues devolviéndole a un pueblo lo que le pertenece, e inteligencia guardando de la misma manera el conocimiento para las generaciones venideras de esos mismos pueblos; (…) el gran compromiso de pueblo Muysca es recibirlo y poderlo guardar al tiempo con dignidad, con respeto, con humildad, con amor, para que no se pierda, (…) (para) que esos pueblos tengan asegurada su conexión con el derecho mayor y la ley de origen.”7

Durante este proceso de conformación y fortalecimiento tanto de la comunidad, como de la labor de protección y visibilización del patrimonio arqueológico, las acciones de sensibilización se han orientado, en primer lugar, al reconocimiento institucional, es decir, hacia la alcaldía municipal, la gobernación departamental y el ICANH; de otro lado, hacia la población de Suacha en general. Así, las actividades de sensibilización que se han emprendido, reflejan el interés de mediar entre el mundo occidental y la concepción indígena sobre el manejo y relación entre el entorno natural y el entorno social, y el ser humano, enfatizando en la convivencia adecuada y respetuosa mutua, sin dejar de lado las manifestaciones tecnológicas o industriales que inevitablemente se presentan en la actualidad. Para regular esta convivencia, así como para hacer cumplir las obligaciones pertinentes, ha sido necesario apelar a la legislación vigente en el tema ambiental y en el tema cultural, sin embargo, en algunos casos se pasa por alto la normatividad a pesar de ser de obligatorio cumplimiento.

El punto no es que se esté a favor o en contra del “desarrollo8 ”, lo importante es tener en cuenta las regulaciones que debe tener un proyecto de infraestructura (vías o construcciones en general) o de producción económica (explotación minera), pues es allí donde radican la mayoría de las problemáticas entorno a la protección del patrimonio; las leyes que se han creado al respecto, son suficientes y claras, pero no han sido aplicadas con el rigor necesario, permitiendo, indirectamente, que se siga deteriorando e incluso destruyendo el patrimonio arqueológico, así como el entorno natural, entendido en este caso como territorio sagrado muysca.

Se configura entonces como objetivo principal de la comunidad muysca de Suacha, el contribuir al reconocimiento del patrimonio arqueológico como elemento que genere sentido de pertenencia e identificación en la población del municipio, de manera que se apropie este legado ancestral como la piedra angular del ser humano y del territorio en general, generando una convivencia armónica con el entorno natural y social. Por tanto, en este proceso es necesario trabajar en conjunto: los habitantes del municipio, ya que es desde ahí que se puede iniciar un proceso de re-significación del territorio; lo institucional, desde los aportes y protección que el gobierno (nacional, departamental y municipal) y las entidades privadas (ONG) pueden hacer; el apoyo e intervención de los propietarios de los terrenos, de manera que faciliten y contribuyan proteger este patrimonio natural y cultural; y por último, pero no menos importante, las instituciones educativas, a través de las cuales es posible generar estrategias pedagógicas para el reconocimiento de la historia prehispánica.

Notas

1. Para los sabedores, no hay nada nuevo que aprender sobre usos y costumbres indígenas, solo hay que recordar.

2. Hombres y mujeres de sabiduría en lengua muysca o muyscubum.

3. Etimología Muisca: Sua: Sol; Cha: Varón. En adelante se hará referencia a Suacha y no a Soacha, por considerar el nombre ancestral como una reivindicación de la Cultura Muisca.

4. El 18% de la población vive con Necesidades Básicas Insatisfechas y/o miseria. Fuente: SISBEN, Suacha, 2007

5. Martínez Taicom, Víctor (Cacique de la etnia Bue Huitoto - constructor de la Maloca intercultural indígena” Muruk Uruk”, Jardín Botánico de Bogotá). Encuentro de los pueblos Muyscas. Maloca Muruk Uruk, febrero 15-17, 2009.

6. Para Muysca, en el arte rupestre se encuentran las ordenanzas o normas de vida, usos y costumbres que dejó padre Bochica en su visita al pueblo Muysca.

7. Sabedor Muysca Alejandro Gualcala Ordoñez.


Como citar este artículo

Vargas, L. (2010). Reconoce tu memoria ancestral: comunidad Muysca de Xhua Ch. Boletín OPCA, 02, 71-76.


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