En 4 Ríos se exploran las narrativas transmediales y multiplataforma
en donde es característico expandir el núcleo narrativo del proyecto
a través de distintos medios y plataformas
para brindar distintas “puertas de acceso” a
lo narrado en el proyecto. Así, dentro del
proyecto se diseñó una experiencia interactiva
con 3 maquetas que hacen uso de diversas
herramientas tecnológicas.
La primera y la segunda maqueta mezclan la
geografía de la región con marcadores de realidad
aumentada, instalados en una tableta, en
donde se muestra información de los grupos
armados a los usuarios. Estas herramientas
tecnológicas expanden la información que se
muestra en la maqueta, añadiendo capas de
información que con el dispositivo móvil se
enriquecen y profundizan.
En la tercera y última maqueta se construyó
una réplica, basada en múltiples archivos
fotográficos, de la casa de una víctima en la
noche en que es forzada al desplazamiento
para salvar su vida. Esta pieza está rodeada
por una estructura cerrada con aberturas o resquicios para observar
el interior, donde se instalaron aplicativos de audio que reproducen
diversos testimonios de víctimas sobrevivientes de esta masacre. Así,
si el usuario quiere ver la casa en su interior tiene que mirar por entre
el cerramiento de la maqueta, y al acercarse se escucha el susurro de
las víctimas narrando la historia de su desplazamiento.
De alguna forma estas piezas emergen como interpretaciones de fotografías,
mapas, archivos digitales y se convierten en archivos de
memoria tridimensionales que mezclan estos medios para lograr
efectos sensibles en los usuarios que las manipulan.
Una plataforma clave del proyecto es el Flujo de Memoria, disponible
en http://4rios.co/elnaya/flujo/, allí los usuarios pueden crear contenido
propio en forma de gráfico, texto o sonido. El Flujo se concibió
como un espacio de catarsis para el usuario, un lugar donde opinar sin
la presión de la respuesta ofensiva o la estigmatización de pertenecer
a cierta ideología, y más bien brindar al usuario un lienzo donde podría
expresar cualquier tipo de opinión sin censura. El Flujo también
responde a la creación de memoria colectiva, dinámica, participativa
y emergente. La interfaz del Flujo encapsula las memorias en esferas
que flotan por un espacio vacío, así se reflejan las opiniones de una
parte mínima de la población, como recuerdos y murmullos que almacenan
las voces de, quienes sin ser víctimas primarias del conflicto,
reflejan un estado interior sensible ante la violencia.
¿Y por qué es de vital importancia el Flujo de Memoria? Por una razón
simple y profunda: estamos llenos de opiniones de toda índole acerca
de la violencia: académicas, investigativas, históricas, nacionales,
gubernamentales y no gubernamentales, sin embargo la voz y la
opinión de un joven de 17 años qué opina sobre la violencia ¿En dónde
está? El dibujo de un investigador (que no dibuja) ¿Dónde lo podemos
ver? Esa respuesta es el Flujo: un lugar donde flotan pensamientos de
cientos de habitantes, que muchas veces no son víctimas directas del
conflicto, sin embargo también necesitan espacios donde consignar
sus sensaciones respecto al conflicto, un lugar que les permita sentirse
escuchados sin necesidad de ser respondidos o interpelados por
sentir esto o aquello. En el futuro quizá a alguien le interese mirar qué
opinaban las personas en 2015 sobre el conflicto, la guerra y la paz
en Colombia y quizás pueda mirar el Flujo de Memoria y ver allí un
torrente de mensajes que le sirvan de punto de partida.